Salida de emergencia... Korsakov

libélula - salida de emergencia

lunes, 3 de marzo de 2008

...sObrE ArQUitEctUrA...

Ad0lf L00s
Sólo hay una pequeña parte de la arquitectura que pertenezca al arte: el monumento funerario y el monumento conmemorativo. Todo lo demás, lo que sirve para un fin, debe quedar excluido del reino del arte
Al3jAndr0 d3 lA S0tA
Me gustó siempre hablar de Arquitectura como divertimento; si no se hace alegremente no es Arquitectura. Esta alegría es, precisamente, la Arquitectura, la satisfacción que se siente. La emoción de la Arquitectura hace sonreír, da risa. La vida no.
Mi3s VAn D3r R0h3

La arquitectura es la voluntad de la época traducida a espacio.
Alb3rt Einst3in
Si no puedo dibujarlo, es que no lo entiendo
Alb3rt 3inst3in
Lo único que interfiere con mi aprendizaje es mi educación

OscAr Ni3m3y3r
De un trazo nace la arquitectura
R3m k00lhAAs

La decadencia puede ser una forma de interpretar la arquitectura.
Mi3s VAn D3r R0h3

Señor Van der Rohe, ¿cómo consigue hacer esas cubiertas planas tan grandes...? -Pues... ¡con goteras!
La arquitectura es la voluntad de la época traducida a espacio

D0ming0 P0rtAs

Desarrolla una IDEA, deconstrùyela y tendrás POESÌA. Añádele audio: nace la MÙSICA.Congèlala y veràs ARQUITECTURA

PAbl0 PicAss0

Hay pintores que convierten el sol en una mancha amarilla, y hay otros que con ayuda de su arte y su inteligencia convierten una mancha amarilla en el sol

LUis BArrAgAn

No permitas que el analisis te domine
N0rmAn F0st3r
La falta de control no resulta necesariamente en una ciudad fea. De hecho ese tipo de ciudades es donde se han construido los edificios más emblemáticos de nuestro tiempo.

Ant0ni0 GAUdi

El arquitecto es el hombre sintético, el que es capaz de ver las cosas en conjunto antes de que estén hechas
R3m K00lhAAs

La arquitectura es una profesión peligrosa

AlvAr0 SizA

El dibujo es una liberación del arquitecto. No se tienen condicionantes: únicamente el autor debe quedar satisfecho. Trazos tímidos al principio, rápidos, poco precisos, y después obstinadamente analíticos, por momentos vertiginosamente definitivos.

R3m K00lhAAs

La arquitectura es una manera de pensar sobre el mundo muy similar en estructura a escribir un libro, ya que ambas disciplinas representan el mismo campo y dominio.

Arist0t3l3s

A fuerza de construir bien, se llega a buen arquitecto.

Ni3tzsch3

En la arquitectura, el orgullo del hombre, su triunfo sobre la gravitación, su voluntad de poder, asumen una forma visible.

Vi0ll3t-l3-dUc

La mejor forma de preservar un edifício es encontrar un uso para él

OscAr Wild3

Con una naturaleza confortable, la humanidad no hubiera inventado nunca la arquitectura.
FrAnk Ll0yd Wright
Los médicos tapan sus errores con tierra, los abogados con papeles y los arquitectos aconsejan poner plantas
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L0Uis KAhn

Escucha al hombre que trabaja con sus manos. Él será capaz de mostrarte una mejor manera de hacer las cosas
Alb3rt 3inst3in
La imaginación es más importante que la sabiduría

TAdA0 And0

Realmente, hay que tomarse muy en serio los sueños
Pío BAr0jA
El cemento armado es una musa honesta y útil, y quizá en manos de un arquitecto genial sería admirable; pero cuando se desmanda y se siente atrevida, como una cocinera lanzada a cupletista, hace tales horrores, que habría que sujetarla y llevarla a la cárcel.

ArthUr Sch0p3nhAU3r

La arquitectura es una música congelada

LA pEsAdillA vEnEciAnA dE CAlAtrAvA

Era una obra económica y elegante. Con sólo dos millones de euros y 74 viguetas de vidrio, Venecia iba a contar al fin con una pieza de arquitectura contemporánea. Pero el cuarto puente sobre el Gran Canal, diseñado por el español Santiago Calatrava (Benimamet, Valencia, 1951), se ha convertido en una pesadilla. Desde que se aprobó el proyecto, en 2002, el coste ha alcanzado los 10 millones de euros y se han acumulado los problemas. El último, el peso: se teme que la presión de la pasarela sobre ambas orillas cause un desastre imprevisible. La inauguración ha sido pospuesta hasta julio o agosto, mientras se realizan nuevas pruebas técnicas.

La comparación con el puente más antiguo del Gran Canal, el de Rialto, resulta inevitable. La obra de Rialto, concluida en 1591, constituyó una audacia para su tiempo, por diseño y por precio. Pero se construyó en sólo tres años. La "pasarela de luz" de Calatrava encalló en 2004 y permanece en un almacén, como símbolo de todo lo que puede ir mal cuando se intenta plantar un pedazo de modernidad sobre los frágiles cimientos de Venecia. La idea surgió en 1996. Venecia quería algo nuevo y el Ayuntamiento pensó en un puente para el Gran Canal, el cuarto tras los de Rialto, Academia y Scalzi. El lugar idóneo sería la plaza de Roma, junto a la estación, casi de frente a la tierra firme. Era una zona poco agraciada, pero constituía la puerta de entrada a la ciudad. La cosa maduró y se encargó el proyecto a Calatrava, uno de los profesionales más prestigiosos del mundo.

Calatrava presentó su proyecto definitivo en 2002. Era una pasarela de acero y vidrio, con una longitud de 94 metros y una altura máxima de 10 metros sobre el canal. El precio resultaba moderado: poco más de dos millones de euros. El Ayuntamiento de Venecia aprobó el proyecto. De inmediato surgió, sin embargo, una queja: la pasarela no era utilizable por los minusválidos. La objeción fue trasladada al arquitecto. Calatrava respondió que no se podía tener todo y que si se deseaba una pasarela de líneas puras no cabían aditamentos. Propuso que los minusválidos utilizaran el transbordador, que tarda un minuto en desplazarse de una orilla a otra. El argumento no convenció y reforzó a los opositores de la obra, que recordaron que si bastaba con el transbordador, sobraba el puente. Por otra parte, dar la vuelta por el puente ya existente, el de la Academia, suponía apenas 15 minutos a paso pausado.


Al final se acordó construir algo parecido a un teleférico paralelo a la pasarela. La cabina quedaría oculta en una caseta y los usuarios en silla de ruedas deberían avisar a un funcionario, que pondría en marcha el mecanismo, introduciría al usuario en la cabina y le acompañaría hasta el otro lado. Tiempo de viaje: un cuarto de hora, trámites administrativos aparte. "Ésta ha sido una experiencia amarga, pero el problema está resuelto", dijo en 2003 la concejala de Obras Públicas, Mara Rumiz, convencida de que no habría nuevas dificultades.

Las hubo, e inmediatamente. La viuda de Giuseppe Creazza, el ingeniero fallecido en 2002 que había realizado los estudios para asentar los dos extremos de la pasarela, publicó unas cartas de su esposo en las que éste denunciaba "graves carencias geotécnicas" y se mostraba escéptico sobre la posibilidad de realizar la obra. El proyecto de los pilares fue revisado y se robustecieron los cimientos, con el normal aumento de costes y el esperable retraso de las obras.

En 2005, las piezas del puente estaban ya montadas en un almacén de la constructora Cignoni. Y se planteó un nuevo problema: ¿cómo trasladarlas hasta la plaza de Roma? Tenían que pasar por debajo del puente de Rialto, y un error de centímetros podía causar gravísimos destrozos en el puente antiguo y el puente contemporáneo. Se estudió la cuestión y se decidió que la empresa era viable si se realizaba en un momento de marea baja, con el tráfico paralizado.

Todo parecía resuelto a principios de este año. Los pilares reforzados empezaron a construirse el 15 de enero y se anunció que hacia finales de marzo se inauguraría la pasarela. Entonces apareció un nuevo estudio técnico, según el cual los pilares resultaban insuficientes. El peso muerto de la obra, 52 toneladas, no era nada comparado con la presión lateral que iban a soportar los pilares en el momento de la instalación: 1.500 toneladas en total. Dado que Venecia no se apoya sobre roca, sino sobre un fondo fangoso, se temía que los pilares se desplazaran varios centímetros y se produjera un desastre. ¿Solución? Hacer un ensayo con elementos reales en los terrenos de la empresa Cignoni y reforzar los pilares con 16 piezas de acero de gran tamaño, con un precio de 1,2 millones de euros. "Queremos verificar la estructura para evitar sorpresas", explicó ayer la concejala de Obras Públicas. "Será cuestión de semanas, o de pocos meses; ya no importa esperar un poco más", puntualizó.

Rumiz no quiso hacer previsiones sobre cuándo se podría caminar sobre el cuarto puente del Gran Canal. "Esperamos que en julio, o como muy tarde en septiembre, cuando se inaugure la Mostra cinematográfica. "Eso", precisó, "si no surge algún otro contratiempo".